ETERNAMENTE, LA RADIO

“La radio afecta a la gente de una forma muy íntima, de tú a tú, y ofrece todo un mundo de comunicación silenciosa entre el escritor-locutor y el oyente”. (Marshall McLuhan)

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Foto de mi radio, en el dial 730 AM de Melodía Estéreo.

En la noche del 30 de octubre de 1938, vísperas de Halloween, un hecho inédito, aconteció en Nueva York y New Yersey, cuando Orson Wells decidió recrear la novela del escritor británico H.G. Wells, «La guerra de los mundos”, quien, valiéndose del formato de un supuesto noticiero, logró convencer a millones de radioescuchas que un ejército de alienígenas había invadido a Estados Unidos: “«damas y caballeros, tengo que anunciarles una grave noticia. Por increíble que parezca, tanto las observaciones científicas como la más palpable realidad nos obligan a creer que los extraños seres que han aterrizado esta noche en una zona rural de Jersey son la vanguardia de un ejército invasor procedente del planeta Marte…». 

La guerra de los mundos 01

 Imagen tomada de: https://www.nationalgeographic.es/historia/2019/10/la-guerra-de-los-mundos-el-mito-de-la-emision-de-radio-que-desencadeno-el-panico

 En esos históricos 59 minutos, muchas personas fueron presa del pánico. Los teléfonos de emergencia no paraban de repicar y cientos de mensajes aseguraban haber visto a los supuestos extraterrestres.  Y para hacer aún más creíble ese relato radiofónico, a sus libretistas, se les ocurrió finalizar la dramatización con la muerte ficticia del mismo Orson Welles.

 Este hecho hizo reflexionar, después de 18 años de haberse inventado la radio, sobre su  enorme impacto.  Ya que puso en evidencia el poder de  la fuerza dramática, narrativa y descriptiva de la voz al servicio de la  radio.     

En pleno siglo XXI, la radio sigue siendo un medio masivo de comunicación muy vigente, pese a las nuevas tecnologías.  Su versatilidad, alcance y la virtud de reinventarse así lo ratifican. Es capaz de informar, entretener y divertir sin interferir con las actividades cotidianas de sus oyentes. 

En lo personal, tengo una deuda de gratitud con la radio.  Pues ella ha fungido como una verdadera compañera en muchos momentos importantes y no tan importantes,  ha sido esa magia, esa sal y pimienta que le ha dado sabor a mi vida.  

Cómo olvidar la época de oro de las grandes radio novelas, del radio teatro, de las magníficas voces, de la música y los maravillosos efectos que permitían que el radio oyente viajara con su imaginación a lugares fantásticos.  Con Kaliman, el hombre increíble, protagonizado por Gaspar Ospina, aprendí frases de sabiduría, que siempre pervivirán en mi memoria: “Serenidad y paciencia, mi pequeño Solin”. 

 En las tardes, mientras hacíamos las tareas-no pregunten cómo quedaban-, escuchábamos, con mi hermana Myriam, las radionovelas interpretadas por figuras como: Carlos de la Fuente, Leticia Palacio, Chela del Rio o Lucy Colombia Arias.  También, las noticias leídas, en el servicio de noticias de Caracol, por la hermosa voz de Teresa Gutiérrez.  Y de tanto en tanto, con el café de las 4:00 p.m. y el pan con queso se pasaba la tarde muy amenamente.

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 Imagen tomada del video: Cómo se hacían las radionovelas? Noticias Uno.

En todo el departamento de Nariño, era muy famoso el locutor “Pachito Muñoz”, con quien teníamos una cita todos los domingos en la mañana, para escuchar su programa, “Fiesta Dominical” en la que, desde el teatro del Colegio Javeriano, promocionaba a las jóvenes promesas musicales, que provenían de todos los sectores rurales de ese departamento, a quienes cariñosamente él llamaba: “mis pequeños artistas”.  

Fiesta Dominical, 61 años de historia radial- "Pachito Muñoz ...

En memoria de la vida de “Pachito Muñoz” patrimonio de la radio sureña, un artículo de Javier Vallejo Díaz, publicado en Udenar Periódico Edición No. 25, octubre de 2011.  Imagen tomada de: https://periodico.udenar.edu.co/a-la-memoria-de-pachito-munoz/

Ni que decir de los programas musicales románticos en los que los locutores acostumbraban a hacer complacencias musicales a sus fieles oyentes, poniendo en el torna mesa sus canciones favoritas.  Así, el locutor decía:  “A esta hora, en el barrio las Lunas, nos escucha Luis Antonio, quien ha pedido una complacencia musical”.

La emisora Ondas del Mayo en Pasto trasmitía el programa: “Atardecer Campesino”, dedicado a enviar mensajes a lugares donde era difícil la comunicación.  Entonces, el locutor decía: “Que el señor Facundino Solarte le manda a decir al señor Miguel  García: que tenga lista mañana al medio día,  un par de bestias en el puente de Policarpa.” Era comunicación demasiado   efectiva, porque no solo se enteraba el destinatario, sino la comunidad entera

El anecdotario es infinito y está repleto de muchas hilarantes historias.  Y de eso sí que sabe mi amigo Mauricio Patiño Bustos, locutor de la cadena cristiana HCJB, en Quito Ecuador.  Quien siempre cuenta que había en Ipiales (Nariño) un locutor, quien al terminar de sonar una canción, indicaba con tono romántico “A la manera y el estilo del cantante XX. nos decía (título de la canción)”.  Fue así como cierto día, expresó: “A la manera y el estilo del grupo de Salsa Junior, nos decía: “No me digas Nada”.

Pero la radio ha sido ambiciosa y ha ido  más allá de divertir o entretener. Toda vez, ha cumplido también un papel social y cultural importante, con las escuelas radiofónicas, a través de la Radiodifusora Nacional de Colombia y Radio Sutatenza, última esta que significó una especie de revolución cultural en el país, pues adelantó campañas educativas que hicieron parte del modelo de Educación Fundamental Integral (EFI) que conjugaban la educación con una intención de poner en práctica conocimientos para solucionar problemas y generar cambios sociales en el campo. Afortunadamente, hoy por hoy, la radio no ha perdido ese rol.  Ya que en ese cometido siguen seriamente comprometidas emisoras muy representativas como: la Radiodifusora Nacional de Colombia y  la HJCK.  E, igualmente, también, muy buenas emisoras provenientes de  universidades y de diversas comunidades. 

Volviendo a mi relato: cuando estudié Derecho, mi relación con RCN Radio fue muy cercana, anochecía con Nocturna RCN y me despertaba a las 4 de la mañana con un programa dedicado al agro colombiano.  No se me olvida una madrugada en la que tenía que preparar algún tema de Derecho de Sociedades y se me ocurrió prender la radio, el locutor estaba hablando del raro “síndrome de la puerquita parturienta”. Finalmente, no solo aprendí de derecho societario, sino también algo de porcicultura.  Y aunque no parezca cierto, me fue bien en el examen. 

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Locutor: Luis Antonio Pazos Morales 

Hoy, me declaro una “radiófila”; una adicta a la poética de las ondas sonoras; una admiradora de la fuerza, de la potencia, de la belleza, del arte de la voz; del ingenio radiofónico y de la magia del sonido. Donde quiera que me encuentre, ya sea con radio de pilas, celular o a través del internet, me acompañan muchas voces y sonidos: Tito Martínez, en Melodía Estéreo; Arritoquieta Pimentel y Alejandro Villegas, con “Lo mejor de los Mejores”;  Juan Manuel  Ruiz y Andrea Lacopelo con “Cultura RCN”; Indalecio Castellanos con “Al Fin de Semana”; Julio Sánchez Cristo y  Juan Pablo Calvás,  en W radio; el extraordinario doctor Santiago Rojas, médico del alma y del cuerpo,  con Sana mente.  Y ni que decir, lo grata que ha hecho esta cuarentena escuchar “Mi Novela Favorita” con la formidable presentación del Nobel, Mario Vargas Llosa, y la actuación del grupo de radio teatro de Radio Programas de Perú, en la que se pone en escena verdaderas joyas de la literatura clásica universal. Volver a escuchar radioteatro, me trae mucha nostalgia, pero también felicidad, al evocar los días de la infancia. 

A través de esta crónica, hago un homenaje a la radio, a  la icónica figura del  locutor y periodista; a ese ser que está de tras de un micrófono; que, no obstante, tener nuestras mismas afujías humanas, nos anima y alegra el corazón; nos da la hora, nos informa, nos enseña, juega con su imaginación y la nuestra, y que nos convence que: “En el restaurante Don Pancho  venden la mejor chuleta de Pasto” , que   “si su niño no camina, caminará con Farina” , Y que: “El dolor le tiene miedo a Dolorán, porque. Dolorán se frota y el dolor se marcha»  

Para él, desde mi alma, hago una “dedicatoria musical” de cada frase, palabra y fonema de la canción, “Tu voz”; algún día interpretada, con la Sonora Matancera, por la inolvidable Celia Cruz:

Tu voz

Compositor Ramón Cabrera

No sé qué tiene tu voz que fascina
No sé que tiene tu voz tan divina
Que en mágico vuelo le traje consuelo
A mi corazón

No sé qué tiene tu voz que domina
Como embrujo de magia a mi pasión

Tu voz se adentró en mi ser y la tengo presa
Tu voz que es tañer campanas al morir la tarde
Tu voz que es gemir de violines
En las madrugadas

Es el divino poder
Que tienes en mi bien para enternecerTu voz que es susurro de palmas, ternura de brisa
Tu voz que es trinar cenzonte en la enramada
Tu voz cristalina corriente cual, cual una cascada
Dios te bendiga mi bien, tu gracia y tu ser…